Por: Margarita Canahuate
En un reciente análisis político escrito por Roger F. Noriega, ex secretario de Estado de los Estados Unidos para América Latina y ex embajador de EE. UU. ante la OEA, reveló las ramificaciones criminales implicadas en el escándalo contra firma brasileña con vínculos con el gobierno de Brasil y el de la República Dominicana.
El escándalo por corrupción que involucra a lamultinacional brasileña Odebrecht puede que llegue al presidente actual de la República Dominicana, el Lic. Danilo Medina Sánchez. La popularidad de Medina ya ha sufrido un importante desgarre a raíz de varios escándalos por corrupción interna de su Gobierno.
La enmienda constitucional impulsada por Danilo Medina para favorecer su repostulación, luego que sus mismos compañeros de partido junto a la sociedad civil y partidos opositores realizaran una compleja y bien elaborada reforma constitucional, provocó la caída de su preciada posición política.
Noriega, quien tiene más de dos décadas de experiencia en política pública en el Hemisferio Occidental, escribió sobre las posibles consecuencias por este escándalo que ya involucró al ex presidente de Brasil, Lula da Silva. Ya fueron detenidos los presidentes de las constructoras Odebrecht y Andrade Gutiérrez, los empresarios Marcelo Odebrecht y Otávio Azevedo, dos de las más importantes empresas del país suramericano.
Como parte de la investigación sobre la compañía petrolera estatal de Brasil, Petrobras, Odebrecht ha sido acusado de sobornar a funcionarios públicos (*) para obtener contratos con el gobierno o los gobiernos.
El ex embajador Noriega citó en su artículo que Odebrecht jugó un papel predominante en la industria de la construcción de la República Dominicana. Según la revista brasileña Época, en enero del 2013, a cinco meses de haber tomado el poder Danilo Medina, recibió la visita del ex presidente brasileño Luiz Inácio “Lula” da Silva. También se reunión con el ex presidente Leonel Fernández.
De acuerdo al informe de la revista, Lula cabildeó con el gobierno dominicano en nombre de la empresa Odebrecht. Supuestamente para asegurar un suculento contrato con la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas CDEEE. El cabildeo se trató para la construcción de planta termoeléctrica en Punta Catalina.
El gobierno de Danilo Medina informó que el costo de la construcción de la planta era de la estratosférica suma de de US$1,945 millones. La consideró el paso más importante que daba en sus esfuerzos por solucionar la crisis que por décadas ha afectado al sistema eléctrico nacional, y forma primordial del Plan Estratégico, diseñado por la CDEEE. Supuestamente generaría más de 5,000 millones de kilovatios horas al año, y permitirá un ahorro mínimo de más 500 millones de dólares por año.
El sobrecosto de la planta se vislumbra como uno de los más escandalosos actos de corrupción en la actual gestión de Danilo Medina. A parte de la enmienda a la Constitución, acusaciones de sobornos a legisladores, y el desmedro de la Democracia. El presidente ha salido en defensa de la construcción de la planta, colocando con esto un silencio mediático y autocensura.
En menos de tres meses de su visita y la reunión con Danilo Medina, el ex presidente Lula da Silva le fue adjudicado el contrato, en aparente violación a las normas de contratación públicas. Con el agravante que el costo de esta obra resultó el doble que el de un competidor chino, dijo Noriega en su artículo.
La firma china Gezhouba Group Corporation (CGGC) presentó queja basada en la falta de transparencia en el proceso de licitación de la República Dominicana. El contrato para construir la planta en horno de carbón limpio propuesto por CGGC fue $ 900 millones, Odebrecht fue de US$1,945 millones.
Cómo Odebrecht es objeto de investigación criminal en Brasil por las autoridades competentes, se proveyó todos los procesos de licitación que hicieron en todos los países donde opera, sobre todo en el de la República Dominicana. Un problema serio que enfrenta Odebrecht es que ha fracasado en demostrar su capacidad financiera para hacer proyectos de la magnitud de Punta Catalina.
(*) En el caso que Odebrecht firmara contrato con la RD por un monto y declarara en Brasil el monto real para fines de impuestos.
La diputada Minou Tavárez Mirabal reiteró su vaticinio de que la sobrevaluación que atribuye a las plantas de carbón que se construyen en Punta Catalina, Baní, se convertirá “en el Sun Land y los aviones Tucanos multiplicados” del gobierno del presidente Danilo Medina.
Tavárez Mirabal recalcó los cuestionamientos a los negocios de la empresa en Panamá, Colombia, Ghana y la República Dominicana según informan los medios internacionales. Añadiendo que el gobierno de Danilo Medina y sus funcionarios vinculados a este escándalo, se sienten acorralados. No sólo por este escándalo, sino por los sobornos en el Congreso para modificar la Constitución para beneficiar directamente la agonía de poder de Danilo Medina de quedarse gobernando a través de actos de corrupción.
La diputada fue más lejos, señaló Roger Noriega en su artículo, ya que recordó que ella ha sido la voz disidente y una fuerte crítica de la administración de su compañero de partido, el presidente Medina. Ella dijo que el contrato de Punta Catalina fue sobrevalorado y aprobado expeditamente en el Congreso, porque (según afirmó Minú) con esto Medina se adjudicaba los fondos para la campaña presidencial del 2016.
Aunque las autoridades de la Compañía Eléctrica Dominicana CDEEE y compañeros de mismo Partido, el PLD, desmintieron a la diputada.
Noriega informó en su articulo que el candidato presidencial del opositor partido el PRM, Luis Abinader y uno de los pocos partidos de oposición que no se ha sentado en la mesa de negociación con el presidente Medina, instó al presidente a aceptar una auditoría independiente. Claro, en el caso del escándalo de Odebrecht y la construcción de la sobrevalorada planta de Punta Catalina y otros proyectos por sí cuestionados.
El presidente ha preferido no responder a Luis Abinader y los medios tampoco han hecho cuestionamientos al respecto.
“Los escándalos de corrupción han paralizado las administraciones de varios líderes de la región, especialmente en Brasil y Guatemala. En la República Dominicana, Danilo Medina podría sufrir las consecuencias si la evidencia de la corrupción surge en las investigaciones en Brasil, o si parece que está evadiendo la responsabilidad», culminó su análisis el ex embajador Roger Noriega.